martes, 21 de julio de 2015

Club de lectura Boolino: ¡Cómo te quiero, papá!




Hace un par de semanas recibimos en casa, Boolino nos envió a casa el libro ¡Cómo te quiero  papá! de la Editorial Salvatella y escrito por Carmina del Río.

El cuento nos cautivó desde el primer momento; sus ilustraciones muy dulces y despiertan el lado tierno de cualquiera.

Pero es que, a lo largo de sus páginas,  de manera rimada, se describen las razones por las que un niño pequeño quiere a su papá y cómo le quiere.

Sólo os puedo decir que a Laura le ha encantado…Lo recibí hace un par de semanas pero no lo ha podido leer hasta el pasado fin de semana porque está en la playa con los abuelos; bueno, pues no os lo podéis imaginar pero desde que lo llevé, lo tiene como libro de cabecera y lo ha leído -y se lo hemos leído- un montón de veces y eso buena prueba de que le ha encantado porque, aunque es chiquitina, es bastante selecta con las lecturas.

La verdad es que es un libro muy recomendable para los más pequeños de la casa y también para primeros lectores ya que el libro está escrito también en letras mayúsculas, lo que facilita que los peques se inicien en la lectura por ellos mismos. Laura aún no ha empezado a leer porque todavía no ha cumplido los cuatro años pero, con el ritmo que llevan en el cole no deacarto que el próximo curso se arranque a leer…¡estoy convencida de que va a ser uno de sus primeros libros a leer!

martes, 7 de julio de 2015

Juguetes para niños: Aprendemos las letras con el monstruo comeletras





El curso pasado Laura empezó a ir al cole y, como en muchos de los coles, han empezado a enseñarles las letras. De momento, ella no tiene dificultad para aprender las letras que les han ido enseñando pero, para hacer más divertido el aprendizaje, estuve buscando por la red ideas ideas hasta que me topé con Pequeocio y el fantástico monstruo come-letras.

A mi me pareció una idea estupenda porque sirve para las letras, los números,  colores o simplemente para desarrollar la psicomotricidad de los más peques de la casa..es un juego absolutamente evolutivo que se adaptará al desarrollo de vuestro hijo y prácticamente a coste cero.

¿Qué materiales vais a necesitar?

- Un contenedor de plástico de toallitas.
- Tapones de plástico.
- Papel.
- Cartulina.
- Pegatinas blancas.
- Troqueladoras.
- Pegamento.

¿Cómo se hace?

Lo primero que haremos son las letras y para ello, necesitamos tantos tapones de plástico como letras queramos ir haciendo; en casa, empezamos con las vocales y luego fuimos incrementando el número de letras y, lógicamente,  la dificultad. Con nuestra troqueladora en forma de flor, fuimos haciendo en los folios los moldes en los que escribir las letras. Luego, lo pegamos a los tapones con pegamento.

A continuación,  decoramos el contenedor para que parezca un monstruo. Hacemos los ojos.  Nosotros los hicimos con la misma troqueladora de antes el fondo blanco del ojo y con otra troqueladora redonda y mas pequeña,  la zona negra del ojo. Pegamos la parte blanca con pegamento al contenedor y el puntito negro encima. Ya tenemos los ojos del monstruo.

La decoración de la boca fue bien sencilla también ya que utilizamos pegatinas blancas -las que sobraron de primeros de curso para poner el nombre a los libros- y las cortamos de distintas medidas para simular los dientes del monstruo.

Si tenéis prisa por hacer vuestro monstruo come-letras podéis hacer una versión rápida y saltaros el primer paso y, en vez de hacer vosotros las letras con tapones, podéis utilizar letras con imán -las de la nevera- o de madera, goma eva o fieltro…vamos las posibilidades son infinitas y dependerá de los materiales que tengáis en casa.

Como veis en un juguete muy sencillo de hacer y muuuy entretenido.






sábado, 20 de junio de 2015

Regalos para profesores: Lapicero con palillos de helado


Tenemos el final del curso encima y con él,  el tema estrella: regalo a los profes sí o no. Personalmente,  soy de la opinión de que tener un detalle con el profesor o profesora es positivo pero siempre que sea eso, un detalle y si encima lo han hecho los niños pues mucho mejor.

El año pasado,  en la clase del mayor le hicieron una lámina chulísima con huellas, que podéis ver aquí. Sin embargo, este año los demás padres no habían dicho nada del regalo de la seño (que con Carlos se ha portado genial y le ha facilitado muchísimo el curso) así que le pregunté a mi hijo si quería hacerle un regalo a su seño y, sin dudarlo, me dijo que sí.

Como os he dicho más que gastarnos un dineral haciendo regalos, la idea era que lo hiciera él sólo o con un poco de ayuda y, después de pensarlo mucho, nos decidimos por hacer un lapicero con palitos de helado que queda muy bonito y se hace en un ratito; también le hizo un llavero con forma de lapiz de hama beads pero eso os lo contaré otro día.

¿Qué vais a necesitar?

- 2 bolsas de palitos de helado de colores o lisos de madera.

- Cola blanca.

¿ Cómo se hace?

Lo primero es hacer la base del lapicero y, para ello, vamos a utilizar 8 palillos de colorines que pegamos entre sí con la cola blanca y lo dejamos secar.

A continuación,  vamos formando la estructura del lapicero y, vamos montando los palillos haciendo un cuadrado. Ponemos un poco de cola y hacemos presion.

Le podeis dar la altura que consideréis oportuna pero, por si os sirve de referencia,  nosotros gastamos dos paquetes de palillos que viene a ser una altura de unos 18 cuadrados.

Para terminar hay que poner la base de palillos que hemos preparado al principio. Ponemos cola blanca en los palillos que serán el fondo y presionamos con fuerza. Nosotros le pusimos un tomo de la enciclopedia para que hiciera mayor la presión posible jejeje así no hay error posible,

Como veis es super fácil de hacer y queda muy vistoso, de hecho la peque me ha dicho que quiere hacerle uno a su seño y puede ser una actividad para ir haciendo a lo largo del verano. ¿Vosotros soléis hacer algún regalo a los profes de vuestros hijos?

viernes, 19 de junio de 2015

Club de Lectura de Boolino: Una aventura olímpica



Hace unos días, gracias a la colaboración de Boolino y Madresfera, recibimos en casa un libro llamado "Una aventura olímpica" escrito por Txani Rodríguez, con ilustraciones de Nacho Fernández y editado por la Editorial Saure.

Yo tenía mis dudas con el formato comic porque Carlos no había sido muy receptivo en otras ocasiones pero imagino que tendría sus razones porque en esta ocasión, se metió de lleno en la historia y lo ha releído en varias ocasiones.

La historia trata de un grupo de amigos australianos, encabezados por Manuel -el protagonista de la historia-, que son seleccionados para participar en unas olimpiadas verdes, de carácter medioambiental, que se celebran en España; para ello, deben preparar un proyecto sostenible e invertir el dinero del hipotético premio en mejorar el medio ambiente de su entorno más cercano.

El proyecto que propone Manuel pasa por recubrir los tejados de las viviendas de jardines para contribuir a reducir las emisiones de CO2.

Durante la celebración de las olimpiadas, van a conocer la importancia de participar, del juego limpio por encima de todo y que no siempre se puede ganar aunque se haya dado el 100%. Lo importante, a fin de cuentas, es la amistad y la seguridad de haber hecho las cosas con honestidad y dándolo absolutamente todo.

La verdad es que es una historia muy bonita que da para muchas lecturas y es totalmente recomendable para niños a partir de 7 u 8 años.



lunes, 8 de junio de 2015

Pintamos con texturas



Hace ya algún tiempo que vi esta actividad en el blog Una princesa guisante y en seguida supe que a Laura le iba a encantar...¡nos vamos conociendo! Efectivamente, en cuanto se la propuse quiso participar desde el primer minuto.

¿Qué materiales hacen falta?

Pues son todos muy de andar por casa...ya sabéis que nosotros no utilizamos materiales especialmente complicados ni de trabajar ni de encontrar.


- Cartulina y papel blanco.
- Cola blanca. Nosotros usamos pegamento y tuvimos algunos problemas para pegar.
- Sal gorda, sal fina, azucar, sémola de pasta, lentejas...lo que se os ocurra.



¿Cómo se hace?
Lo primero que hicimos fue recortar cuatro cuadrados de papel para delimitar las zonas donde iría cada uno de los ingredientes a pintar.

Se aplica  bastante cola y se echa por encima el primero de los elementos que vayamos a utilizar para las texturas y se deja secar un buen rato. Se van rellenando cada uno de los cuadros siguiendo el mismo procedimiento y variando los materiales.

Cuando esté seco, sólo hace falta que les déis las pinturas a los peques y los dejéis pintar a su aire…Laura echó un rato estupendo la mar de entretenida y la verdad es que es resultado es muy bonito.






jueves, 4 de junio de 2015

Experimentos caseros: Jugamos con los imanes con niños de preescolar





Hace poco, en una de mis visitas expres a Imaginarium, encontré un pack de imanes de distintas formas y tamaños;  lo compré sin pensarlo porque llevaba tiempo pensando en comprar algo parecido, el precio es fantástico y, además,  me pareció que como iban a utilizarlo mis hijos, era lo más seguro porque tiene un tamaño que impide riesgos innecesarios.




Por si  no lo sabéis, os comento que los imanes son muy
peligrosos si se ingieren accidentalmente así que es necesario una dosis extra de vigilancia cuando los peques los estén manipulando.

La dificultad de los experimentos dependerá de la edad de los peques; en nuestro caso, hicimos la actividad a la vez con Carlos (8 años)  y Laura (3 años y medio) aunque, para evitar líos, os voy a contar separadamente las actividades que hicimos con cada uno de ellos.

1.- Clasificamos materiales.

Lo primero que hice fue escribir en cartulina las palabras "SI ES MAGNÉTICO" y "NO ES MAGNÉTICO", explicándole a Laura que debía clasificar los objetos en función de si se pegaban al imán o no y, en definitiva, si eran materiales magnéticos o no.

Seguidamente, le di una fuente de plástico con distintos objetos que había por casa; unos eran de hierro y otros no para que pudiera ir clasificándolos.


2.- Comprobamos dónde se pegan los imanes.

En esta ocasión, le dejé a Laura el imán y le dije que tenía que ir por la casa, comprobando dónde se quedaba pegado el imán y, por lo tanto, estaba compuesto hierro y donde no.

Como Laura aún no sabe escribir, me fue diciendo sitio por sitio dónde se había quedado pegado su imán.


3.- Intentamos anticipar dónde se pegan los imanes.

Para terminar, le facilité distintos materiales (plástico, papel, metal, etc.), y le pedí a Laura que intentara adivinar a qué materiales se iba a pegar el imán y luego debía verificar si había acertado o no con su respuesta.

4.- La vela y el imán. Este experimento es para niños más mayorcitos y es absolutamente necesario que haya un adulto presente para evitar que haya ningún accidente. Encendemos una vela  y, cuando acercamos el imán vamos a notar cómo la llama comienza a separarse del imán.
Si ponemos la vela entre dos imanes, la vela se extenderá hacia arriba, escapando del campo magnético del imán.

Como veis, son actividades muy sencillas y adaptadas para que ellos puedan ir experimentando, conociendo el mundo que les rodea y, por supuestos, acercándose a la ciencia de un modo natural