martes, 26 de julio de 2016

Actividades para niños: Paseo en el barco solar por el Pantano del Tranco

Vista de Hornos desde el Pantano del Tranco



Este pasado fin de semana, hemos podido disfrutar de un paseo fantástico por el Pantano del Tranco a bordo de un barco solar; lo inauguraron la semana pasada y forma parte de un complejo náutico que tiene también kayacs e hidropedales, un restaurante de platos de la zona, zona infantil y una tirolina, de unos 140 metros.

El pantano del Tranco está en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, a una hora y media de Jaén más o menos; si no lo conocéis, os digo que  es uno de esos sitios que te reconfortan el alma, que te hacen conectar con tu esencia y que te dicen quien eres...a ver, que me voy por las ramas.


El barco solar hace dos rutas diferentes, repartiendo cada hora la ruta arqueológica y la ornitológica. Nosotros hicimos la primera de ellas que se acerca a la cortijada del Cerezuelo y desde ahí se puede ver la isla de Cabeza de la Villa, que es un islote de denso pinar.


Que el barco sea solar para mi es un acierto porque es absolutamente respetuoso con el medio, no contamina absolutamente nada y además, va despacio para no molestar a los peces del pantano y de paso, te permite disfrutar con tranquilidad del paisaje tan maravilloso por el que discurre.
 

La ruta dura una hora aproximadamente y el precio para adultos es de 6 euros y el de niños 4; si quieres audioguia, que es recomendable para conocer las curiosidades de la ruta, tienes que sumarle 1 euro más. Yo me podía imaginar que a los niños les iba a gustar pero es que salieron encantados de la vida, porque pudieron ver un cormorán a muy poquita distancia, una razón más para volver dentro de poquito a visitar la Sierra.


Si tenéis intención de ir este verano -sobre todo durante los fines de semana- os recomiendo que reservéis a través de su página web; además de que vais a tardar nada y menos en hacer la reserva os garantizáis que podéis hacer la ruta que más os interese y a la hora que  mejor os venga porque, cuando nosotros acabamos la excursión -a eso de las doce-, ya había muchísima gente esperando.



sábado, 23 de julio de 2016

#Hoyleemos: Los Superpreguntones y además concurso de Boolino




A Carlos le encanta leer. Devora todo -o casi- lo que  cae en sus manos. Pero si tuviera que destacar unos libros que coge cada cierto tiempo, esos serían los de los Suprepreguntones de la editorial Vox Larousse. Los descubrimos hace unos tres años, cuando el tenía 6 años, y hemos ido poco a poco aumentando la colección y ya tenemos tres títulos:  El mundo mundial, La tierra y el universo y Dinosaurios.



Nos gustan especialmente su formato, muy colorido y muy resistente ya que, tanto la portada como las páginas interiores, pueden soportar mil y una pasadas de sus página de unas manitas con prisas o no muy limpias... Las ilustraciones que acompañan a cada pregunta son muy frescas y divertidas y la  información que ofrece a los niños es muy concreta pero muy completa y completamente adaptada al lenguaje de los peques; de hecho, Carlos suele utilizar los libros para hacer trabajos de clase.




Hay también versiones para niños más pequeños pero esas, de momento, no las hemos probado....y digo de momento, porque Laura está en un momento precioso de empezar a preguntarse por el por qué de las cosas y estos libros son estupendos  para poder resolver muchas de las dudas que los peques tienen y despertar su curiosidad por el mundo que les rodea.

Si os ha gustado, os cuento que Boolino está  haciendo un sorteo de una tableta y 10
packs de estos libros para peques. Participar es muy fácil. Aquí os dejo el enlace y,  ya en la página, solo tenéis facilitar un nombre y un email; sólo  por eso, puedes hacer el test de los Suprepreguntones que os mandarán  en seguida a vuestro correo electrónico totalmente personalizado. ¿Os animáis a participar?

martes, 19 de julio de 2016

Regalo para profesores: Tarjeta chancla de verano




Hace tanto tiempo que no actualizaba el blog que se me hace raro hasta sentarme a escribir. Lo cierto es que los últimos meses han sido un completo disparate porque me he embarcado en un nuevo proyecto y mis responsabilidades se han incrementado -la carga de trabajo de manera exponencial- y si a eso le sumamos las distintas actividades de fin de curso de los niños, he estado realmente sobrepasada y sin tiempo más que para llegar al final del día y poco más.


El caso es que mucho me temo que esta situación se va a prolongar bastante tiempo y aunque seguimos haciendo actividades con los chiquillos, lo que no da tanto tiempo es a contaros qué hacemos y cómo lo hacemos.


Pero basta ya de lamentaciones y explicaciones!! Hoy os traigo una actividad o manualidad de lo más sencillita y resultona para hacer en cualquier momento de estas vacaciones de verano y que, como os podéis imaginar, se puede hacer con cuatro cosas que seguro tenéis en casa. A final del curso, mis hijos quisieron tener un detalle con sus profesoras del cole y de la academia de inglés y, cuando les plantee una tarjeta deseándoles un feliz verano les encantó la idea jajajaja

Materiales:

- Pitura de dedos. Nosotros la utilizamos verde pero, vamos, la que tengáis o la que más os guste.
- Cartulina.
- Tijeras.
- Lápiz.
- Una pajita.
- Cola blanca.

Cómo se hace:

- Lo primero que hay que hacer es estampar la huella del pie en la cartulina. Esta parte fue la más divertida porque mis hijos tienen muchísimas cosquillas en los pies así que os podéis imaginar el rato de risas que nos echamos. Mientras yo les llenaba de pintura la planta de los pies, ellos se retorcían de la risa.

- Una vez tengamos el pie pintado pisamos con fuerza una cartulina. Tened cuidado en este paso de que no se le mueva el pie porque si no, la huella no se verá bien del todo. Dejamos secar un rato. Este fue el único paso en el que ellos necesitaron ayuda mía así que aunque diga "dibujamos", lo pueden hacer ellos perfectamente.

- Una vez seco, dibujamos el contorno el pie con el lápiz y se recorta.

- Ya sólo nos queda hace las tiras de las chanclas con las pajitas. Cortamos dos trozos de la pajita de manera que desde el dedo pulgar lleguen a cada uno de los bordes de la cartulina.

- Podéis dejarlo así o podéis ponerle algún mensajito deseando un feliz verano.

Lo que más me gustó es que el mayor me dijo que lo que él quería es hacerselo a la seño, que no quería comprarle nada porque seguro que le iba a gustar más que si se lo compraban...