Experimentos caseros para niños: Hacemos un volcán

Uno de los regalos que Carlos recibió de los Reyes Magos las pasadas Navidades fue un kit para hacer un volcán y la verdad es que fue todo un éxito ¡cómo se nota lo sabio que son los Reyes Magos! Carlos ha estado entretenido durante bastantes días con el montaje del kit lo que, además, nos ha facilitado aprender muchas cosas sobre los volcanes.

El que le trajeron a Carlos es el de la empresa 4M que tiene juguetes didácticos muy muy interesantes pero, vamos, que hace un par de años hicimos un volcán de plastilina y aunque no quedó tan espectacular, el resultado fue igualmente divertido.


Bueno, pues lo primero que hizo fue preparar la escayola con la que rellenó el molde de plástico que traía el juego. Estuvimos esperando bastante rato a que se secara pero, con esto del invierno y de la humedad del ambiente, no había manera así que decidimos echarle una manita al secado de la escayola y ponerla en el radiador de la cocina...oye, increíblemente rápido!!

Desmontamos del molde y lijamos algunas imperfecciones con las que se había quedado el volcán y preparamos el kit de pintura que traía...Carlos decidió que su volcán no iba a tener el color previsible de un volcán y decidió pintarlo de colorines y la verdad es que le quedó estupendo.

Ya sólo nos quedaba preparar la erupción del volcán y para que quedase más "realista" pusimos un tapiz verde que nos había sobrado del belén de las pasadas navidades, colocamos algunas casitas de cartón y unos muñecos, creo que Gormitis, que teníamos arrumbados en un cajón.

¿Cómo hacemos la erupción? Pues muy sencillito también: Ponemos una cucharadita de bicarbonato, un poco de jabón líquido, una gotas de colorante alimentario (no es imprescindible pero le da un toque de color) y vamos echando el vinagre poquito a poco...y ¡tachannnnn!

A nosotros nos quedó un poco clara la lava pero, para la próxima echaremos más colorante alimentarios y arreglado...que los niños también tienen que ver que no pasa nada porque las cosas no salgan siempre perfectas sino que lo importante es disfrutar con el proceso.

Esta actividad es muy completita porque, además de ser una actividad manual y de desarrollo de la creatividad de los niños, viene bien para que empiecen a ver y experimentar con las reacciones de los distintos elementos químicos; vamos 100% recomendable!!