Mostrando entradas con la etiqueta Viajar con niños. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Viajar con niños. Mostrar todas las entradas

martes, 26 de julio de 2016

Actividades para niños: Paseo en el barco solar por el Pantano del Tranco

Vista de Hornos desde el Pantano del Tranco



Este pasado fin de semana, hemos podido disfrutar de un paseo fantástico por el Pantano del Tranco a bordo de un barco solar; lo inauguraron la semana pasada y forma parte de un complejo náutico que tiene también kayacs e hidropedales, un restaurante de platos de la zona, zona infantil y una tirolina, de unos 140 metros.

El pantano del Tranco está en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, a una hora y media de Jaén más o menos; si no lo conocéis, os digo que  es uno de esos sitios que te reconfortan el alma, que te hacen conectar con tu esencia y que te dicen quien eres...a ver, que me voy por las ramas.


El barco solar hace dos rutas diferentes, repartiendo cada hora la ruta arqueológica y la ornitológica. Nosotros hicimos la primera de ellas que se acerca a la cortijada del Cerezuelo y desde ahí se puede ver la isla de Cabeza de la Villa, que es un islote de denso pinar.


Que el barco sea solar para mi es un acierto porque es absolutamente respetuoso con el medio, no contamina absolutamente nada y además, va despacio para no molestar a los peces del pantano y de paso, te permite disfrutar con tranquilidad del paisaje tan maravilloso por el que discurre.
 

La ruta dura una hora aproximadamente y el precio para adultos es de 6 euros y el de niños 4; si quieres audioguia, que es recomendable para conocer las curiosidades de la ruta, tienes que sumarle 1 euro más. Yo me podía imaginar que a los niños les iba a gustar pero es que salieron encantados de la vida, porque pudieron ver un cormorán a muy poquita distancia, una razón más para volver dentro de poquito a visitar la Sierra.


Si tenéis intención de ir este verano -sobre todo durante los fines de semana- os recomiendo que reservéis a través de su página web; además de que vais a tardar nada y menos en hacer la reserva os garantizáis que podéis hacer la ruta que más os interese y a la hora que  mejor os venga porque, cuando nosotros acabamos la excursión -a eso de las doce-, ya había muchísima gente esperando.



jueves, 21 de abril de 2016

(Re)Descubrimos Bilbao con niños: Qué hacer y qué ver.



Quienes nos seguís por Instragram, sabréis que nuestras últimas vacaciones de Semana Santa las hemos pasado en Bilbao y que nos lo hemos pasado genial. El último año ha sido bastante intenso y nos apetecía una exclusivamente escapada familiar y lo cierto es que ha sido fantástico.
Si os estáis planteando visitar la ciudad y tenéis dudas porque vais con niños, os diré que es una ciudad donde los niños son muy bien recibidos en todas partes (nosotros hemos ido con ellos a sitios, locales y eventos de todas clases y nunca hemos visto una mala cara...cosa que no nos ha pasado en otros lugares); además, es fácil de recorrer caminando o con su fantástica red de transporte público (metro, tranvía, autobús...), tiene muchísimas actividades que realizar con los niños y además la comida es deliciosa (sólo os puedo decir que mis hijos alucinaron con los pintxos y estaban deseando probar el siguiente jejejeje).


Si ya os habéis decidido visitar la ciudad, os cuento las visitas y actividades que más nos han gustado a nosotros aunque lo mejor de todo, es dejarse llevar y disfrutar Bilbao según vaya surgiendo.


1.- Museo Guggenheim.

A muchos os sorprenderá que coloquemos el Guggeheim como primera visita a realizar pero os digo que mis hijos estaban emocionados con ver a Puppy, a la araña Mamá y los tulipanes; de hecho, según deshicimos las maletas, cogimos el metro y nos plantamos en el Guggenheim para dar una vuelta por el exterior porque, por hora, no nos daba tiempo esa misma tarde.

Es una visita imprescindible vayas o no con niños. Siempre he pensado que, por regla general, los niños están más predispuestos que los adultos a disfrutar del arte contemporáneo porque tienen menos prejuicios a la hora de disfrutar del arte.

La visita al Museo es fácil de realizar puesto que cuentas con una audio-guía; a mis hijos les encantan las audio-guías y que les vayan explicando qué ven en cada momento; pero es que, además, la obra de Richar Serra, La materia del tiempo, permiten introducirte dentro de ellas y para los niños es un alucine estar dentro de la propia obra.

También les encantó poder salir al exterior del Guggenheim y tener cerquita los tulipanes de Jeff Koons, ver la escultura de niebla de Fujito Nakaya y la escultura de El gran árbol y el ojo de Anish Kapoor.

Tuvimos la suerte de que hubiera una exposición temporal "Sombras" de Andy Warhol y otra de Louis Bourgeois -la autora de la araña Mamá- que se llama "Estructuras de la existencia: las celdas".
El caso es que, aunque ellos están acostumbrados a visitar museos, lo cierto es que la visita se les hizo muy corta sobre todo a Carlos que, a pesar de haber estado allí toda la mañana, quería regresar por la tarde a seguir viendo más cosas...

Si queréis más información para planificar vuestra visita, aquí tenéis el enlace a su web.



2.- Subida en funicular al Monte Artxanda.
Las vistas de Bilbao desde el monte Artxandas son muy, muy bonitas y además hay una zona de esparcimiento y de juego para niños muy apañada. Lo mejor, sin duda, es la experiencia de subir en funicular, un tren de cremallera, que escala por la ladera de la montaña y que conecta el centro de Bilbao con el monte en unos pocos minutos.




3.- Casco Viejo.
El Casco Viejo o Las Siete Calles es la zona más antigua de Bilbao y el núcleo primitivo de la ciudad; es una zona perfecta para perderse y callejear sin rumbo fijo entre las numerosas y muchas e ellas pintorescas tiendas. Si estás en esta zona debes acercarte a la Plaza Nueva y a la Catedral de Santiago.

4.- Centro Azkuna.
El Azkuna Zentroa (antes, Alhóndiga Bilbao) inicialmente fue un almacén de vino que después fue reconvertido en centro de ocio y cultura. A los niños les encantaron las columnas del edificio, cada una diferente, y el gran espacio que hay para poder moverse a sus anchas.

Además, tuvimos la suerte de poder disfrutar de un concierto, dentro de los ofrecidos por el Basque Fest de música tradicional y nos encantó. Os recomiendo que, si es posible, hagáis coincidir vuestra visita con alguna de las muchas actividades culturales que se programan.

Os dejo aquí el enlace a su web.


5.- Paseo por la ría en un barco.
Es una opción perfecta para conocer la ciudad desde otro punto de vista, mucho más tranquila y
descansada. Nosotros optamos por hacer el paseo a una "hora tonta", a las 16'00 horas, justo después de comer y así aprovechamos para descansar de la caminata de por la mañana.

No sé si habrá otras empresas en Bilbao que gestionen estos paseos por la ría pero nosotros lo hicimos con la empresa Bilboboats; la duración del paseo fue de una hora aproximadamente. El recorrido comienza en el puente del Ayuntamiento y llega hasta  la ribera de Zorrozaurre (y vuelta hasta el puente del Ayuntamiento de nuevo).

6.- El parque de Doña Casilla.
En esta ocasión no visitamos el parque de Doña Casilda porque no nos dio tiempo a más pero ya habíamos estado cuando fuimos con Carlos. Es un verdadero pulmón verde en el centro de Bilbao y, en su interior cuenta con un estanque en el que conviven distintas especies de patos y cisnes; también podéis encontrar con pavos reales.

7.- Disfrutar de los parques infantiles.
A diferencia de lo que sucede en otras ciudades, en Bilbao no tienes que andar buscando parques infantiles para que los niños puedan jugar y descargar tooooda su energía; al contrario, en Bilbao hay muchas zonas de juego para niños y además muchas están cerca de las zonas turísticas y otras se encuentra cubiertas para que los peques puedan disfrutar de ellas aunque llueva. ¡todo un acierto!

A nosotros nos gustaron especialmente la zona de la Campa de los ingleses, que está justo al lado del Museo Guggenheim, y la zona que está en el Arenal.

Nos quedamos con ganas de ver muchas más cosas pero tendremos que dejarlo para nuestro próximo viaje. ¿Nos recomendáis más sitios?



lunes, 4 de abril de 2016

Bilbao con niños en Semana Santa. Buscamos un hotel para niños en Bilbao: Novotel Bilbao Exhibition Center



Imagen obtenida de la web de Novotel Bilbao Exhicion Center

Para mi pareja y para mi, Bilbao es una ciudad mágica y muy especial porque allí fue donde nos fuimos de viaje para celebrar que habíamos acabado la Universidad...hace la friolera de 16 años (glup!) Desde entonces, hemos vuelto cada vez que hemos podido; antes de que nacieran los peques nos marchamos unas vacaciones conociendo la costa de Vizcaya altamente recomendable...La anterior vez que estuvimos allí yo aún estaba embarazada de Laura...¡una eternidad!

El caso es que este año ya iba tocando; estábamos deseando ir a Bilbao a pasar allí la Semana Santa y nos pusimos a preparar el viaje. Lo primero que buscamos fue el alojamiento y, después de mucho, buscar y rebuscar, dimos con el Novotel Bilbao Exhibition Center que está situado en Barakaldo, a sólo 10 minutos en coche del Museo Guggenheim y con una estación de metro a un paseo de unos 10 minutos.

Ya el año pasado, cuando viajamos a Valladolid en Semana Santa, nos alojamos en un Novotel, por lo que sabíamos que era una apuesta segura ya que, además los hoeles Novotel están especialmente pensados para familias y eso se nota en detalles como tener preparado un detallito para los niños a la llegada o que haya una sala de juegos para niños justo enfrente de la cafetería y de la zona de desayuno.

La habitación no está mal de tamaño; no era especialmente grande pero hay que tener en cuenta que en la habituación además de la cama de matrimonio había un sofá cama permanente abierta y, claro, resta mucho especio. En cualquier caso, cuando salimos de turismo, prácticamente no pisamos los hoteles y, de hecho, salvo el primer día que estábamos cansados del viaje, llegamos todos los días a las 11 de la noche; lo que se dice, para dormir. Así que, como os podéis imaginar, a esas horas lo que más nos importaba era la calidad de los colchones y eran estupendos ;D

Otro punto a valorar positivamente era el desayuno tipo buffet que entraba en la oferta que contratamos nosotros. A mis hijos les encantan los buffets para desayunar...se ponen morados de comer cuanto más chocolate, mejor-imagino que como cualquier hijo de vecino-. Los productos de desayuno eran muy variados y de muy buena calidad; entre mis vástagos, triunfaron los brownies de chocolate y los mini-donuts pero no sólo los productos de bollería, la fruta y pan estaban riquísimos. Al principio, cuando Carlos era más pequeño, veíamos como un punto negativo pararnos a hacer un desayuno fuerte pero, con el paso del tiempo, hemos comprobado que es más cómodo para todos porque, aunque tardes un poco más en salir del Hotel, lo cierto es que no tienes que parar a media mañana a tomar un tentempié y cunde más cuando se trata de ver cositas.


Laura fue quien más disfrutó de la sala de juego ya que tenían más juegos para su edad; aunque todo hay que decirlo y también tenían una Xbox 360, a la que Carlos estuvo jugando un poquito; de todos modos, habíamos ido a Bilbao a disfrutar de la ciudad, más que a estar jugando a una consola ;D

Por cierto, para quienes os fijéis en esos detalles (nosotros sí lo hacemos), el Hotel cuenta con una certificación medioambiental mundialmente reconocida: la ISO 14001 y ha emprendido una serie de acciones muy interesantes como por ejemplo que las habitaciones se limpian con productos ecológicos o que las amenities que ofrece el hotel -jabón de manos, gel y champú- provienen del comercio justo.

En fin, es un Hotel altamente recomendable con una excelente relación calidad-precio y está a un tiro de piedra del centro de Bilbao así que, tanto si vais con vuestro coche como si os movéis en el metro es una opción a valorar.

viernes, 18 de marzo de 2016

Planes para niños: Una visita al Acuario de Almuñecar





La verdad es  que tenía esta entrada pendiente desde hacía algunos meses y me daba bastante coraje porque cuando estuvimos en el Acuario de Almuñécar pasamos un rato en familia precioso, muy agradable y divertido para todos. En nuestra ciudad no tenemos acuario al que poder visitar, por lo que cuando viajamos fuera siempre que vamos a una ciudad que sí tenga uno es una visita casi casi obligada, a instancia de los niños.
 
Lo cierto es que visitar acuarios con niños es una experiencia muy versátil que puedes adaptar perfectamente a la edad del niño -en esta visita junto con mis hijos de 8 y 4 años, vino también mi sobrina que no había cumplido aún el año de edad- y les permite acercarse y conocer el mundo marino, desarrollando su capacidad de observación y por supuesto, ser conscientes de la necesidad de cuidar el medio ambiente. Además, suelen ser visitas en las que ellos están muy tranquilos...supongo que por los colores y por el sonido del agua y eso, simplemente, es de agradecer.
 
Aunque la entrada no es especialmente barata (12 euros por adulto y 9 euros por niño mayor de 4 años), en mi opinión se amortiza muy bien. La visita es libre, sin guía, y puedes estar el tiempo que quieras en cada uno de los tanques por lo que es buena opción para ir con niños porque te puedes adaptar perfectamente a sus preferencias. En el caso de Almuñécar, hay una buena muestra del ecosistema y las especies marinas mediterráneas, incidiendo en el litoral sexitano.
 
 
El Acuario es el más grande de Andalucía y cuenta con veinte acuarios más el oceanario, con un millón de litros de agua.  Al margen del oceanario que, sin duda es la zona estrella del Acuario, a los niños les encantaron las medusas, las anémonas, los caballitos de mar y los peces tropicales por sus colores llamativos.
 
 
 
Como os decía, lo que más les gustó a los chicos fue el oceanario porque, aparte de que el túnel es bastante grande (unos 17 metros más o menos), hay muchas especies animales distintas y daba la sensación de que podían tocar los tiburones, las águilas marinas.
 
Si queréis preparar vuestra visita al Acuario de Almuñécar, aquí tenéis toda la información sobre localización, horarios y precios de las entradas.
 
 
 

domingo, 19 de abril de 2015

Semana Santa en Castilla y León: Valladolid con niños


Campo Grande


¡Qué ganitas teníamos de salir de la rutina y marcarnos un viaje en familia! Nuestra elección este año ha sido Valladolid y Palencia y hemos triunfando completamente. Han sido unos días fantásticos, en los que todos hemos disfrutado de las ciudades que hemos visitado y de las actividades que hemos hecho juntos. Valladolid tiene una Semana Santa preciosa y, si os gusta la imaginería religiosa, vais a disfrutar muchísimo pero tiene muchísimas más cosas que hacer y que os van a resultar muy interesantes. Aquí os dejo unas cuantas propuestas para que podáis sacarle el máximo partido a la ciudad si la visitáis con los peques.


1.- Museo Nacional de Escultura. Es una auténtica joya y, aunque puede parecer una visita algo densa para los niños, nosotros adaptamos a su edad la visita; hay esculturas que son maravillosas y ellos pudieron disfrutarlas con nosotros, explicándoles qué representaba cada una de ella. Os recomiendo, sin duda,  la Magdalena penitente de Pedro de Mena, el Santo Entierro de Juan de Juni y el Cristo Yacente de Gregorio Fernández.


La web del Museo es bastante completa y tiene una selección de las obras imprescindibles del Museo que podéis ver aquí y que os puede servir para planificar vuestra visita y adaptarla a la medida de vuestras necesidades.

2.- Iglesia de Santa María la Antigua. Se encuentra en la Plaza de Portugalete y es una auténtica joya y posiblemente una de las iglesias más bellas de Valladolid. No tiene un horario fijo de visita, si no que depende del horario de misas así que lo mejor es que os informéis en la Oficina de Turismo porque además son muy simpáticos y a nosotros nos hicieron unas recomendaciones muy interesantes.

3.- Campo Grande. Es el auténtico pulmón verde de Valladolid en pleno centro de la ciudad. Es un parque de lo más agradable con un montón de pavos reales, patos, cisnes y otras pequeñas aves. Tiene una gran zona de juegos infantiles que hizo las delicias de los chicos.


4.- Puente colgante. El segundo puente más antiguo de Valladolid que cruza el río Pisuerga y el primero más antiguo en España de estructura metálica; tiene una longitud de 75 metros. Si estáis por la zona de las Cortes, pegaros el salto porque merece la pena.



5.- Pasaje Gutiérrez. Se trata de una galería comercial cubierta que comunica la zona de la Plaza Mayor con la Catedral. Es de las pocas galerías comerciales de esta clase que existen en España, que originariamente provienen de París. Hay varios negocios muy llamativos pero nosotros nos quedamos alucinados con una librería que tenía unos libros maravillosos.





Momento de juego y escalada

6.-  Zona de las Cortes de Castilla León. Además del propio edificio del Parlamento autonómico que, de por sí, es una auténtica maravilla, tiene una zona de juegos infantiles alucinante bien separadas por edades y que, por las tardes se pone a rebosar de chiquillos dispuestos a pasar un buen rato jugando.











7.- La Plaza de Milenio. Impresionante edificio e impresionante la iluminación a partir de las nueve de la noche en tonos azules. Además de un restaurante tiene una pequeña zona de juegos para los niños bastante apañada.


8.- Semana Santa. Si vais en Semana Santa, no dejéis de asistir a alguna de las muchas procesiones que se celebran esos días...merece la pena tanto por la calidad de las tallas como por el ambiente mucho más serio e introspectivo que las de las Semanas Santas del sur.







Hasta aquí nuestras recomendaciones pero seguro que vosotros tenéis otros rincones preciosos y propuestas muy interesantes sobre qué hacer con los peques en Valladolid...Nosotros queremos repetir pronto por la zona así que me encantaría que me contarais qué más podemos hacer para exprimir al máximo la ciudad. ;D

jueves, 5 de marzo de 2015

Viajar con los niños en coche: Ideas para entretenerlos



Ya tenemos destino para las próximas vacaciones de Semana Santa: ¡¡Valladolid y Palencia!! Tenemos muchísimas ganas de conocer esas dos ciudades porque es de lo poquito que nos queda de Castilla León pero es cierto que, desde Jaén, hay un buen tirón con el coche y hay que organizarse y tener actividades preparadas para que no se aburran durante el viaje.

Normalmente, solemos salir muy temprano de viaje para aprovechar al máximo sus horas de sueño pero, claro, cuando el viaje es algo más largo no queda más remedio que tener preparados algunos juegos y actividades para poder entretenerlos en el coche, que no se revolucionen demasiado...vamos, en la medida de lo posible, que se lo pasen bien. Además de eso, tenemos que ir coordinando los juegos de los dos niños porque Laura aun es pequeña y la diferencia de cuatro años con el hermano se nota muchísimo todavía.

Estos son los juegos que más les gustaron en nuestras pasadas vacaciones de verano (también fue un buen tirón hasta Lisboa):

1.- Veo veo.
Un clásico entre los juegos clásicos. Uno de los jugadores elige una cosa que esté viendo y, dando una sola pista, los demás jugadores tendrán que hacer preguntas para adivinar de qué se trata y a esas preguntas solo se podrá contestar sí o no.

2.- De La Habana ha venido un barco cargado de...
Un jugador decide las cosas que pueden ir en el barco y los demás jugadores debe ir diciendo cosas que reúnan la característica elegida (verduras, animales, cosas de un color determinado, frutas, y un largo etcétera).

3.- Palabras encadenadas.
Según la edad de los niños que vayan a jugar se puede complicar más o menos. El juego consiste en que un jugador dice una palabra y los demás jugadores, por turnos, van diciendo palabras que empiecen por la última letra o sílaba de la palabra dicha anteriormente (Sílaba: Cuchara-Ramón-Monte-Teléfono. Letra: Cuchara, Automovil, Litera, Araña...).

4.- Adivina quien soy.
Un jugador piensa en una cosa o personaje y los demás jugadores, a base de preguntas que puedan contestarse con un sí o un no, tendrán que adivinar de qué se trata.

5.- Contamos cosas
Es un juego para niños más pequeñitos y, en definitiva, se trata de elegir cosas para que los niños las vayan contando. Coches de un determinado color, animales, edificios...

De todos modos, procuramos no elegir juegos demasiado competitivos para evitar piques y malos rollos
entre ellos aunque, como os podéis imaginar, no siempre lo conseguimos.


jueves, 15 de enero de 2015

Lisboa con niños: Qué ver y qué hacer


En la Praça do Comercio


Tengo que reconocer que a mi Lisboa me encanta. Fue el primer viaje que hice con el padre de las criaturas hace tropecientos años y la verdad es que tengo unos recuerdos muy bonitos de entonces...El reto de las pasadas vacaciones era doble: viajar con los niños y que disfrutaran de la ciudad y que los recuerdos siguieran siendo igualmente bonitos. Y, honestamente, creo que superamos la prueba con creces!!



1.- Castelo de San Jorge. 

Quizás sea el monumento más emblemático de Lisboa. Se encuentra en el barrio de Alfama y las vistas desde allí son impresionantes.

A los niños les encantó jugar con los cañones e inventarse mil historias de piratas y princesas. Se puede subir a la zona de las almenas pero, para los niños más pequeñitos, puede ser un poquito peligroso.

Tened en cuenta que, si vais con niños pequeños que aún utilizan sillita de paseo, no tendréis que hacer cola...A nosotros nos vino genial porque había muchísima gente y probablemente, hubiéramos tardado más de una hora en entrar y, en apenas cinco minutos, ya estábamos disfrutando del Castillo.

Como se nos hizo un poco tarde, decidimos comer allí mismo en una zona sombreada y nos montamos un picnic la mar de divertido.



2.- El Parque de las Naciones. No es propiamente un parque sino una zona de Lisboa que se construyó para la Expo de 1998. Para nosotros fue todo un descubrimiento porque, además del Oceanario y el Pabellón del Conocimiento -que lamentablemente no nos dio tiempo a visitar-.  Hay un teleférico (desde el Oceanario hasta la Torre Vasco de Gama) que resulta muy muy divertido para viajar con los niños y desde el que se tienen unas vistas espectaculares, zonas de juegos, para descansar y merendar. Además tenéis a mano el Centro Comercial Vasco da Gama con muchísimos locales para poder comer y poner fuerzas.

3.- Praça do Comercio. Se trata de la plaza más importante de Lisboa y una de las más grandes de Europa, donde los más pequeños pueden correr a gusto.A mí personalmente me encanta porque está justo al lado del mar; es una zona en la que siempre te encuentras algún músico callejero y, entre las vistas y el ambiente, da la sensación de que se ha detenido el tiempo.


4.- Museo Arqueológio e Iglesia do Carmo. Antes de que ocurriera el terremoto de 1755, se encontraba en este lugar el convento más grande de Lisboa. Actualmente, se puede caminar entre sus ruinas y a mis hijos les encantó caminar entre columnas y restos arqueológicos.



5.- Elevador de Santa Justa. Quizás es una de las formas más rápidas de llegar desde La Baixa al Barrio Alto pero el Elevador de Santa Justa más que un medio de transporte es una atracción turística que ofrece unas estupendas vistas de La Baixa.

Su estructura recuerda a la torre Eiffel de París y con razón ya que fue construido por Raoul Mesnier de Ponsard, discípulo del primero.







6.- Torre de Belem. Merece la pena dar un paseo por la zona de Belem, la Torre de Belem, el Monasterio de los Jerónimos, el monumento a los Descubrimientos y por supuesto, la Pastelería de Belem donde se elaboran a diario miles de deliciosos pasteles de Belem.


7.- Barrio Alto y Chiado. Desde luego, el barrio Alto es una de las zonas más típicas de Lisboa y no os podéis marchar de la ciudad sin haber paseo por él; eso sí, tened en cuenta, si vais con niños pequeños o lleváis un bebé en un carrito, que sus calles son muy empinadas.

El Chiado es el barrio más elegante con un montón de tiendas; en una de las calles principales, la Rua Garret podéis encontraros con la estatua de Fernando Pessoa  que está justo al lado del Café A Brasileira...si tenéis suerte podéis incluso tomaros un café sentado en su fantástica terraza disfrutando del ambiente lisboeta.







miércoles, 12 de noviembre de 2014

Planes con niños: Visitamos la Casa Museo del Ratón Pérez




Mira que hemos ido veces a Madrid,  casi siempre por placer porque es una ciudad que jos encanta y no conocíamos la existencia de la casa del Ratón Pérez.  Para nosotros fue todo una agradable sorpresa ya que cuenta el origen y la historia del Ratón más famoso del mundo: el Ratón Pérez.


Está en pleno centro de Madrid, en la primera planta de la Calle Arenal número 8 ; es una galería comercial pero tiene una placa en el portal, así que no tiene pérdida.

Lo que sí os recomiendo es que, si vais en fin de semana, madrugueis ya que las visitas son guiadas y el espacio -y el número de personas por visita- es bastante reducido. Esto que puede parecer un inconveniente es realmente una ventaja porque al no ser grupos muy masificados se puede disfrutar de la visita y de las explicaciones.

En cuanto a la edad aconsejable para ir pues dependerá un poco de cada niño pero quizás a partir de 4 años pueden disfrutar de la visita; por arriba, no hay limite. Mi hijo de 7 años salió entusiasmado al igual que un grupo de preadolescentes y, bueno, a mí me encantó...me pareció precioso!!

La duración de la visita es de unos 40 minutos más o menos y el precio es de 3 euros por persona...vamos, un planazo y además barato.

De todos modos, si estais pensando en visitar la Casa del Ratón Pérez,  os dejo el encalce a su web aquí y para que podais conocer todos los detalles necesarios para organizar la visita.





martes, 15 de julio de 2014

Turismo en familia: Visitamos los Baños Árabes de Jaén




Que nos encanta viajar, visitar ciudades y conocer su patrimonio cultural, es algo más que evidente para quienes nos conocen. Últimamente, viajamos menos de lo que nos gustaría pero la razón no son los niños sino el trabajo…que estamos hasta arriba. Como los peques están acostumbrados a hacer turismo, sobre todo el mayor, cuando les dijimos que íbamos a hacer turismo en nuestra ciudad les encantó la idea  y, bien preparados con nuestras cámaras de fotos, allá que nos fuimos a ver los baños árabes, que acaban de remodelar.




La visita fue todo un éxito porque a Carlos le encantó que le explicáramos para qué servían cada una de las salas..Para la próxima, veremos primero el audiovisual que han montado y que es muy didáctico sobre las distintas salas de los baños y las técnicas de construcción y para calentar las estancias.






Continuamos la visita, visitando parte del Museo Artes y Costumbres Populares, concretamente la parte dedicada a la infancia, con recreaciones de escuelas con sus pupitres dobles, cuentos y juguetes antiguos. Algunos de los juguetes les sorprendió negativamente-hordas, pistolas, espadas metálicas…vamos, juguetes bastante bélicos- pero otros les encantaron. A Carlos le encantó un enorme Meccano que representaba una noria con luces y todo y a Laura le encantó un caballo de cartón y una casa de muñecas gigante y a la que no le faltaba un solo detalle.


Para descansar un poco, decidimos visitar la terraza del Palacio, a la que antes no se podía subir, para disfrutar de unas vistas estupendas y jugar a quien localizaba antes edificios, calles, parques y lo que se nos fuera ocurriendo además de hacer "algunas" fotos más.

La guinda a la noche la puso la velada poética andalusí, que se celebró en el patio central del Palacion de Villardompardo. Fue un espectáculo precioso, con mucho duende y del que pudimos disfrutar toda la familia ya que consiguieron combinar maravillosamente bien la poesía con la músico -guitarra flamenca, contrabajo y kanoun- y la danza. Decidimos sentarnos al final por si Laura se cansaba y teníamos que salir pero no hizo falta porque se puso sobre mis piernas y no se movió en todo el rato jejeje ¡todo un acierto!

Se nos quedó pendiente de ver el Museo Internacional de Arte Naïf y parte del Museo de Artes y Costumbres Populares pero, como se hacía un poco tarde, lo dejamos para otro día...que tampoco hay que cansar al personal.

Si queréis más información sobre el Centro Cultural Baños Árabes de Jaén la tenéis en este enlace.

lunes, 16 de junio de 2014

Escapada a Denia: Qué ver y qué hacer con niños




Pues eso, aprovechando que hacía un tiempo fantástico la pasada Semana Santa aprovechamos para hacer una escapada a Denia con los peques. La costa levantina es un lugar fantástico para pasar unos días de descanso y, de eso se trataba fundamentalmente, de descansar que el trimestre había empezado con fuerza.

Pero, claro, tú metes a dos niños de 7 y 2 años en un piso, por grande que este sea, y al cabo del rato está todo el mundo desesperado porque, claro, no es su casa, se aburren y se descontrolan...al menos a los míos les ocurre e imagino que no serán los únicos

Bueno, pues para evitar precisamente que se aburrieran con las visitas, planificamos algunas actividades con ellos que les resultaron muy entretenidas y bueno, yo creo que al final salió bastante bien.

Quizás lo que peor llevaron ellos fueron las horas de viaje en coche (más de seis horas) que fueron una auténtica paliza pero que sobrellevaron bastante mejor de lo que pensábamos...en otra entrada, os contaré cómo nos las apañamos nosotros para que los viajes con los niños sean muy llevaderos.


¿Qué se puede hacer en Denia con los peques?

Lo primero que os aconsejo es que os paséis por la Oficina de Información Turística de Denia ya que han editado un folleto con actividades para hacer con niños en las localidades de la zona y aunque cuando fuimos nosotros no había actividades para ellos, siempre puede ser útil echar un vistazo.

Nosotros visitamos el Mercado Municipal de Denia que es una maravilla por la cantidad de puestos de pescado y frutas que hay. Puede parecer raro pero cuando viajamos con los niños, Carlos siempre pregunta si donde vamos hay mercado porque le encanta el contraste de colores y ver productos que no siempre hay por estos lares...Nosotros de pescado andamos justos así que, lógicamente, nos detuvimos más en esos puestos.

Después de un buen rato caminando, pensamos que sería buena idea que los niños descansasen un poquito así que, como estábamos cerca de la parada del Trenecito turístico y cuadraban los horarios, allá que nos fuimos. A ver, el tren hace dos recorridos diferentes tanto de zonas por las que discurre, como por la duración y el precio. Nosotros hicimos el recorrido del paseo marítimo -en parte porque no sabíamos que había dos recorridos diferentes- y nos costó 3 euros por adulto y 2 euros por niño de más de dos años. Bueno, tanto Carlos como yo esperábamos algo más y la verdad, si hubiéramos sabido que había otro recorrido por la zona monumental lo hubiéramos hecho aunque sea un poco más caro.



Por supuesto, no nos podíamos perder la visita al Castillo de Denia y Museo Arqueológico porque yo no sé los vuestros, pero mis hijos se divierten de lo lindo en los castillos...Os recomiendo que cuando vayáis a visitarlo aprovechéis las primeras horas de la mañana o las ultimas de la tarde, cuando no haga demasiado calor porque la subida se hace durilla sobre todo con los peques pero luego es cierto que las vistas merecen la pena.











El casco histórico de Denia bien merece una visita tranquila y eso fue lo que hicimos, atravesando un antiguo refugio antiaéreo que, a mí personalmente, me sorprendió muchísimo y me acongojó que nos llevó al pleno centro histórico de la localidad. Coincidiendo con la Semana Santa tenían montado un mercado medieval por las callejuelas del centro y le daba un aire entrañable.




Y finalmente, no podíamos dejar a un lado la visita a Las Rotas y las playas. Antes de viajar a Denia leí en varias webs que existía un paseo para ir a Las Rotas andando o en bici pero nosotros lo descartamos totalmente porque el paseo es bastante grande y hubiéramos tenido que llevar a Laura bien en la silla de paseo bien cargada en brazos (y aunque no me importa lo más mínimo, cada vez pesa más y mi espalda se resiente jejejeje) además, viajamos con mi hermana que está embarazada y, bueno, más que disfrutar del paseo podría haber sido una pesadilla. Así que, optamos por ir en coche para que ni los peques ni la tía se cansaran más de la cuenta y así disfrutar más del día.

Las vistas en Les Rotes son una maravilla y bien merece una caminata. Hay una pequeña playita y un restaurante con unos precios bastante moderados aunque como nosotros fuimos por la mañana temprano, no comimos allí por lo que no os puedo decir qué tal se come.

La última tarde dimos un paseo por el barrio Baix la Mar....con sus casitas pintadas de colores, su lonja de pescado y un ambiente estupendo para tomarse una cervecita en una de las muchas terrazas que ponen aprovechando el buen tiempo. Nosotros nos encontramos con la escultura de un Playmobil pirata, donde los niños se hicieron varias fotos pero que no puedo compartir porque la cámara y la tarjeta de memoria se han quedado por el camino...tendremos que volver!!



La experiencia como veis ha sido bastante buena y completa y creo que hemos sabido combinar el ocio adulto con el de los peques y a final, que es de lo que se trata, hemos pasado unos días estupendos.







domingo, 26 de enero de 2014

Descubriendo Londres con niños



En este caso, más que descubrir Londres con niños, tendría que decir con el niño, porque a Laura aún no la hemos llevado a conocer Londres...¡habrá que solucionar eso! No puedo negar que Londres es mi ciudad favorita en el mundo mundial...al menos del mundo mundial he visto hasta ahora. Imagino que tendrá algo que ver el hecho de que fue el primer destino internacional al que llevamos a Carlos cuando sólo tenía un añito ¡qué pequeñajo era!

La experiencia fue tan buena que volvimos a repetir un par de años después, en 2010. No es que él se acuerde exactamente de lo que vio en esos viajes porque era realmente pequeño pero siempre se acuerda de su ultima aventura en Londres (ya tenía más de 4 años y algo se le quedó) y nos está diciendo constantemente que quiere volver; de hecho, estamos pensando en organizar este año un nuevo viaje, ya con Laura, que tenemos algunas cosas pendientes de ver.

¿Qué cosas os recomiendo hacer en Londres si vais con niños?

Pues según mi experiencia, dentro de las actividades para hacer con niños podrían estar las siguientes:



1.- La Torre de Londres. Es un sitio estupendo para ir con niños; las joyas de la corona os esperan en la Torre de Londres y los peques disfrutaran con los beefeaters. Hay visitas guiadas pero cuando nosotros estuvimos allí sólo eran en ingles así que en principio sólo es para quienes tengan un nivel razonable de inglés.





2.- Subir al London Eye. Aunque la entrada es algo cara y el trayecto es corto ya que sólo da una vuelta pero la verdad es que las vistas son impresionantes y a nosotros nos encantó, merece la pena. Las vistas de la ciudad son impresionantes sobre todo si tienes la suerte, como nosotros, de que el día esté despejado.




3.- Visitar alguno de los numerosos museos. Casi todos los museos de Londres son gratuitos; en nuestro caso, visitamos la National Gallery, la Tate Modern y el British Museum. Sinceramente, no podría recomendaros ninguno en concreto ya que dependerá de los gustos e inquietudes de vuestra familia;  Nosotros tenemos pendiente la visita al Museo de Historia Natural..




En el Tate Modern


4.- Dar un paseo en barco por el Támesis. Es una forma estupenda de recorrer una ciudad y además os puede servir para recargar las pilas después de una dura mañana.


5.- Dar un paseo por cualquiera de los fantásticos parques londinenses...Hyde Park (con su Speaker`s Corner), Regents Park, Green Park son sitios estupendos para que los peques corran, jueguen y se diviertan por todo lo alto e incluso, si hace buen tiempo, para hacer un picnic.




6.- Recorrer cualquiera de los mercadillos de Londres...Nuestros favoritos son Cadem y Portobello Road (si os acordáis de la peli de la Bruja Novata, una de las canciones está ambientada en el mercado de Portobello Road).

Y a vosotros ¿qué otras actividades se os ocurren para hacer en Londres con niños?


jueves, 2 de enero de 2014

Paseo navideño por Granada




Me encanta improvisar qué hacer para ocupar un día del fin de semana que, en principio, iba a tener poco contenido.

El domingo pasado, después de la vorágine de la cena de Nochebuena, que hicimos en casa, y la comida de Navidad, mi costi me propuso que nos pegáramos el salto a Granada para pasar allí el día y, teniendo en cuenta que, desde Jaén, se tarda menos de una hora y que en casa somos culillos inquietos, nos pusimos en marcha en un periquete.

Así que convertimos un día más o menos soso y encerrados en casa, en una fantástica excursión a Granada, disfrutando de la buena gastronomía granadina, de sus belenes y su fantástica decoración navideña.


Hablando de gastronomía, os recomiendo la taberna de don blas; un local espacioso para que los peques tuvieran cierta libertad, no demasiado atestado de gente pero lo más importante de todo muy bien atendido y con comida de una calidad impresionante. 

Después de dar un paseo y visitar el belén de la Catedral, llegamos hasta la Plaza Nueva  y aprovechamos para tomarnos un te en una de las muchas teterías de la zona; los peques, sobre todo el mayor, alucinaron con la decoración del local, desde las mesas hasta las cortinas o las cachimbas que había expuestas.


Estuvimos paseando y disfrutando de una ciudad bella y sorprendente, con músicos y malabaristas por todas partes, lo que siempre llama la atención de mis hijos, visitando algunos belenes más y dejándonos sorprender por la bella iluminación navideña. La traca final la puso el enorme árbol de Navidad que hay instalado en la Plaza Bib Rambla junto con un mercado navideño (cositas para los belenes, productos de la zona y otros típicamente de estas fiestas).
Lo mejor de todo es que Carlos se quedó barruntando en su cabecita la próxima excursión a Granada y la cantidad de cosas que quería ver y hacer…¡Me encanta que sea tan viajero! y espero que a Laura también le guste viajar y conocer sitios nuevos y la verdad es que ¡apunta maneras!

¿Alguno de vosotros ha estado unos días en Granada? ¿Qué me recomendáis para visitar con los peques de la casa?




lunes, 9 de diciembre de 2013

Planes para Navidad con niños: Fin de semana en Rute





El primero de nuestros planes del calendario de adviento era la visita al famoso Belén de chocolate que cada año se monta en Rute (Córdoba) y que es el más grande del mundo; además se da la circunstancia de que este año está dedicado a la provincia de Jaén por lo que los monumentos que se reproducen en chocolate son perfectamente identificables para los niños.

La Catedral de Jaén en chocolate
Eso sí, si vais con niños para evitar colas en la medida de lo posible, lo suyo es que intentéis ir por la mañana temprano o a mediodía porque nosotros quisimos repetir la visita el domingo por la tarde y había una cola enorme.

La visita al belén se encuentra incluida dentro de la visita al Museo de Galleros Artesanos, empresa local que se dedica a elaborar dulces artesanos (los famosos y deliciosos piononos de Rute y dulces típicamente navideños)   y tanto peques como mayores quedarán muy sorprendidos por lo detallista que puede llegar a ser...hay panaderías, telares, carnicerías, reproducciones de calles de la época, animales, árboles y un sinfín de pequeños detalles que harán las delicias de todos.

Además del propio belén, en el Museo hay reproducciones en chocolate de la Familia Real, de Isabel Pantoja y, la favorita de los niños, ¡Bob Esponja!

Ya que íbamos a pasar el fin de semana en Rute, planificamos la visita a otras empresas locales también dedicadas a la elaboración de productos típicamente navideños (como el anís, los turrones y los mantecados) y que suelen tener una parte musealizada que es muy curiosa de visitar y que nos puede servir para ir explicando a los más mayores cómo se hacen cada uno de los productos.

Os dejo una lista con una pequeña explicación de las visitas que hicimos:

1.- Museo del Azúcar. Sin duda, lo que más les gustó a los niños fue la reproducción del Castillo de Eurodisney...¡impresionante! Muy curiosas el resto de obras que tienen expuestas: la basílica de San Pedro, la Duquesa de Alba, algunos de los monumentos más importantes de Andalucía o una reproducción del cuadro Las Meninas de Velazquez, que es el cuadro más grande del mundo hecho con azúcar.

2.- Museo del Anís. En este caso, la visita sí es de pago para los adultos (4 euros la visita completa incluyendo un patio cordobés y la cata de varios licores) pero merece la pena porque es una visita guiada y te explican lo básico del proceso de elaboración del anís y algunas curiosidades que seguramente, pasarían desapercibidas si no fuera guiada.

No he puesto el enlace porque no he encontrado la web del Museo del Anís...

3.- Casa Museo del Jamón. Veremos a ver si el mayor vuelve a comer jamón en una buena temporada y es que no le hizo mucha gracia saber cómo se conseguía el jamón...y eso que no sabe cómo va la película en un matadero.

El Museo del jamón es curioso y se nutre fundamentalmente de aperos e instrumentos que se utilizan en la matanza del cerdo. Pero, sin duda, lo mejor de la visita fue la adquisición de una paleta de recebo que compramos y que está haciendo las delicias de los mayores ;D ¡Menos mal que fuimos después de comer!

En el Museo del Turrón
4.- Museo del Turrón y del Mantecado. El esquema de la visita es similar al del Museo del Chocolate pero mucho más modesta y eso que nuestra visita coincidió con la reproducción de los edificios más famosos de Nueva York.






5.- Finalmente, visitamos la Casa del Burro de Rute aunque sólo por fuera ya que nos fue imposible concertar una visita; según nos comentaron cerraron hace algún tiempo y nos tuvimos que conformar con ver a los burros con una valla de por medio.

Como los peques se quedaron con ganas de más, seguramente, para la primavera organizaremos una visita al Refugio del Burrito que hay en Fuente de Piedra.

En fin, como veis un fin de semana que hemos disfrutado fuera de casa y ambientándonos para la celebración de la Navidad...sin duda lo que más nos ha gustado a todos ha sido el belén de chocolate.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Cazorla con niños




Hace un par de fines de semana, aprovechando que teníamos que resolver algunos temas profesionales, decidimos pasar una día en Cazorla con los peques. Para quien no haya  estado en Cazorla, deciros que es un pequeño pueblo serrano de la provincia de Jaén, que da nombre a una de nuestras joyas de la corona: la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas.

Como no teníamos demasiado tiempo, puesto que íbamos a pasar el día y regresábamos a dormir a casa, planificamos una visita al pueblo.

Las mejores opciones para ir con niños son las siguientes:

1. El Centro de Interpretación de Especies Amenazadas. Es una buena idea para que los niños se acerquen a la problemática de las especies  amenazadas y sus principales causantes. En el Centro hay maquetas, a escala natural, de quebrantahuesos, linces, lobos, avutardas, etc. 

Además, tiene una balconada orientada hacia una montaña donde hay algunas buitreras y se pueden ver bastantes buitres...es sí, llevaros prismáticos para poder verlos mejor.

Está gestionado por la Fundación Gypaetus que se dedica, entre otras muchas cosas, a la reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía; de hecho, desde hace varios años se hace una suelta anual de ejemplares que está teniendo bastante éxito.

2. Casa de la Luz - Centro Frondosa Naturaleza. El Centro es una maravilla porque se hace un recorrido por las dependencias de un antiguo molino harinero restaurado y antigua central hidroeléctrica y se puede recrear la vida de un viejo molinero; además de las explicaciones de nuestro genial guía, la visita se complementa con un audiovisual muy entretenido también. Al mayor, simplemente, le encantó ver y explorar las distintas dependencias y lo mejor de todo, es que se llevó una idea muy exacta de cómo funcionaban los molinos y eso, con la edad que tiene, es estupendo.

De todos modos, creo que a los peques lo que más les gustó fue la exposición "Bajo tus pies" ya que contiene los restos del último oso de Cazorla…si viérais la cara del mayor cuando vio los huesos!!! Pero es que la chica cuando vio el cráneo y los dientes, sólo decía "Mami, ¡qué nannne!"

La Casa de la Luz y el Centro están gestionados por mis buenos amigos Antonio y Flor de alma gaia; la verdad es que, cuando decidimos visitar el centro no sabía quién había detrás y la sorpresa fue doblemente grata.

3. Visita guiada por el Río Cerezuelo y su bóveda. Para hacer la visita hay dos opciones: la opción completa que incluye el Centro Frondosa Naturaleza, las ruinas de Santa María y el paseo por la ribera del río Cerezuelo que tiene un buen trecho subterráneo y se regresa por debajo de la Plaza de Santa María y de las ruinas de Santa María. Además, se puede ver todos el sistema de los molinos hidráulicos de la zona.

Nosotros disfrutamos mucho con la visita porque los guías que llevábamos nos la hicieron muy amena y se volcaron mucho en el mayor, que era el más peque (la chiquitina aún es muy pequeña para comprender la visita, la verdad), para que no se aburriera.

Como os decía también está la opción corta que simplemente incluiría las Ruinas de Santa María y el paseo por la bóveda del río Cerezuelo pero, para mi gusto, merece la pena la primera opción.


Después de tanto caminar, hicimos un alto en el camino y paramos a comer en uno de los muchos restaurantes de comida serrana que hay en la Plaza de Santa María, donde nos prepararon unas fantásticas migas con avíos y un estupendo cordero con almendras.

La tarde la empleamos en dar un paseo por el pueblo disfrutsndo de las fantásticas vistas y recovecos que ofrece y, tras hacer algunas compras de rigor (pan de Cazorla y níscalos), pusimos rumbo a casa.

Como nos han quedado muchas cosas por ver, la próxima vez que visitemos Cazorla, nos quedaremos a dormir para poder salir a disfrutar de éste maravilloso rincón de la Sierra que tenemos el lujo de disfrutar.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Viajar a Tenerife con niños. Ideas para disfrutar de unas vacaciones en familia



Nuestras últimas vacaciones de verano las hemos pasado en Tenerife y, después de la experiencia, creo que es uno de los mejores destinos para viajar en familia y da igual lo pequeños que puedan ser los niños.

Además casi todos los hoteles y restaurantes están preparados para recibir a los pequeños turistas y la gran mayoría de restaurantes cuentan con tronas y muchos de ellos con materiales para que los niños se entretengan durante la comida.

Evidentemente, estando en Tenerife en agosto no puede faltar la playa que hay muchas y muy buenas;este viaje hemos estado en Costa Adeje, concretamente en Las Américas y la verdad es que la playa en sí es fabulosa.

¿Pero qué más ofrece Tenerife para pasar unas vacaciones inolvidables en familia?


1.- Visita al Loro Parque, está en Santa Cruz de Tenerife y es el zoo más famoso de Tenerife. La excusa perfecta es ir con los niños pero la verdad es que es un plan perfecto también para los mayores...cientos de animales en el recinto, divertidísimos shows de delfines, orcas y leones marinos...los niños alucinaron pero nosotros estuvimos permanentemente con la boca abierta.

¿Qué más ofrece Loro Parque? Un fantástico pingüinario, un acuario fantástico con rayas y tiburones, muchos loros (obviamente, el nombre quiere decir algo). Para mí, lo mejor de todo fue la visita a la familia de gorilas...es impresionante ver lo parecidos que podemos llegar a ser pero además, es que tuvimos la gran suerte de ver a una mamá cargando con sus hijos y a otra amamantando a un chiquitín. ¡Toda una experiencia para el mayor!

Fue tan intensa la experiencia que la peque, que aún no había cumplido los dos años, aguantó abierta durante casi toda la visita y cuando se durmió era porque ya no podía con su cuerpo. Desde luego, es una experiencia más que recomendable y el dinero de la entrada se amortiza sobradamente.


La peque agotada en el Teide
2.- Subida al Teide. ¡Sí se puede subir con niños! Igual no hacéis todo el recorrido señalizado -a nosotros nos fue imposible porque la pequeña estaba algo incómoda y acabó durmiéndose en brazos- pero la experiencia de subir por el teleférico y ser conscientes de que estás en un volcán es simplemente impresionante.

Eso sí, tened en cuenta que en temporada alta se forman dos colas tremendas: una para comprar las entradas, en la que pocas sombras hay, y otra para subir al teleférico. Así que, si os queréis ahorrar una de las colas, podéis comprar anticipadamente las entradas en el hotel donde os alojéis; nosotros lo hicimos así y sólo tuvimos que hacer la cola del teleférico, propiamente dicha, que sólo fue una media horas aproximadamente.

También tened en cuenta que no está recomendada la subida a personas que tengan problemas de movilidad, problemas de corazón o respiratorios.

La costa de Masca...donde nos estuvimos bañando
3.- Excursión para avistar delfines y calderones. Sencillamente imprescindible y una experiencia única para todos.

Nosotros tuvimos mucha suerte porque vimos un grupo bastante numeroso de delfines y otro de ballenas piloto (calderones); en este último había también una madre con su cría y fue impresionante.

Hay muchísimas empresas que se dedican a hacer este tipo de travesías por lo que la oferta es enorme y la diferencia de precio también, en función del número de personas que viajen a bordo.

Nosotros elegimos una travesía que duraba unas tres horas aproximadamente y que tenía incluida la bebida y la comida. En la hora de la comida además, el barco fondeaba cerca de la costa de Los Gigantes, que es una maravilla, y quien quería podía bañarse en mar abierto. El mayor, que se apunta a todo lo que le sale al paso, dijo que él quería bañarse en el mar y le encantó la experiencia de tener bancos de peces a unos centímetros. La seguridad también fue muy buena porque aunque él sabe nadar y se maneja bien, como solo tiene 6 años, le recomendaron ponerse un chaleco salvavidas y, la verdad, fue muy relajante no tener que estar pendiente de que el chico se cansara de nadar.



4.- Visitar Icod de los Vinos y el famoso Drago milenario. Nosotros fuimos a Icod de los Vinos expresamente para ver el Drago milenario, que no tiene mil años sino ochocientos. Desde luego no es comparable a ninguna de las excursiones que os he propuesto antes porque la verdad es que lo único relevante de Icod es el drago y para verlo hay que pagar la entrada al parque (4 euros por persona, que me pareció excesivo); el sitio en sí es curioso pero pensad si os merece la pena el desembolso económico.

¿Qué otras actividades proponéis?